Buscar

domingo, 1 de mayo de 2011

Día Internacional de los Trabajadores

El 1 de mayo de 1886, un número superior a los 200.000 trabajadores iniciaron la huelga general mientras que otros 200.000 seguían presionando antes del paro. El 29 de abril de 1886, el diario New York Times publicaba: “Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo”. Se había notado una clara oposición de la prensa a los intereses de los trabajadores.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran peor que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. El 2 la policía había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas, y el 3 se volvía a celebrar una grande concentración frente a la policía, los cuales sorpresivamente, dispararon a quemarropa a los manifestantes produciendo 6 muertos y varias decenas de heridos.

La proclama de los trabajadores decía: “Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormik, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza! ¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria. Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo. Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!. Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden... ¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís! ¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!”

La revuelta de Haymarket.

En la plaza de Haymarket más de 20.000 personas que fueron reprimidas por 180 policías uniformados. Un artefacto explosivo estalló entre los policías produciendo un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda deteniendo a centenares de trabajadores que fueron torturados.

La campaña anti-trabajadora en la prensa decía: “Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!”

La persecución.

El 21 de junio de 1886, inició la causa contra 31 dirigentes, pero luego quedaron 8, de los cuales 5 fueron condenados a la horca: Georg Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, Lucy González Parsons, August Vincent Theodore. Los otros 3 fueron a prisión: Samuel Fielden y Michael Schwab condenados a cadena perpetua; Oscar Neebe, condenado a 15 años de trabajos forzados. Louis Lingg, alemán, de 22 años, carpintero para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.

El Crimen de Chicago costó la vida de muchos trabajadores y dirigentes sindicales; no existe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. La mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países todavía esclavizados.

Conquista de las ocho horas.

A finales de mayo de 1886 varias empresas establecieron la jornada de 8 horas a miles de obreros. Por lo que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas manifestó: “Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical”.

Federico Engels, escribió: “Pues hoy en el momento en que escribo estas líneas, el proletariado de Europa y América pasa revista a sus fuerzas, movilizadas por vez primera en un solo ejército, bajo una sola bandera y para un solo objetivo inmediato: la fijación legal de la jornada normal de ocho horas, proclamada ya en 1866 por el Congreso de la Internacional celebrado en Ginebra y de nuevo en 1889 por el Congreso obrero de París. El espectáculo de hoy demostrará a los capitalistas y a los terratenientes de todos los países que, en efecto, los proletarios de todos los países están unidos. !Oh, sí Marx estuviese a mi lado para verlo con sus propios ojos!

He homenaje a los mártires de Chicago, el Congreso Obrero Socialista efectuado en París en 1889, resolvió declarar al 1 de mayo, domo el día Internacional de los Trabajadores. Desde entonces, en diversos países del mundo, en esta fecha se realizan conferencias, actos artísticos y sobre todo marchas obreras no solo para recordar le fecha histórica, sino también para exigir cambios en materia laboral en sus respectivos países.

"LA RAZÓN"
MÁRTIRES DE CHICAGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tus comentarios.