Independencia de Cuenca

3 de Noviembre de 1820

El 25 de marzo de 1795, hubo en Cuenca la expresión pública por conseguir la libertad, puesto que circularon manuscritos que contenían ideas de libertad como: "A morir o vivir sin el Rey prevengamos, valeroso vecindario. Libertad queremos, y no tantos pechos y opresiones". Los autores de las mensajes fueron: Paulino Ordóñez, Fernando Salazar y Piedra, Joaquín Tobar. 

Luego, el 3 de noviembre de 1820, el Dr. José María Vásquez de Noboa mandó a publicar unas Reales Ordenes Españolas, acompañado de la escolta militar; mientras se leía dicho mando en una esquina de la ciudad, nueve patriotas del complot se echaron sobre la escolta y la desarmaron a la fuerza. Los nueve valientes estaban capitaneados por Tomás Ordóñez. Cuando se hallaba trabado luchando con un soldado, fue herido en la pierna por un golpe de bayoneta.

Los patriotas se reunieron en la Plaza de San Sebastián. Allí con un numeroso grupo de ciudadanos proclamaron la libertad e Independencia de Cuenca. Ordóñez a pesar de encontrarse herido, recorría las calles, animando a las multitudes; don Juan María Ormaza fue el orador principal, manifestó con elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e Independencia de la Patria.

Así se forjó la Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria. Cuenca, la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, llena de un futuro promisorio.